Los

corales son víctimas del aumento de las temperaturas globales, que han batido récords históricos en el último año, causado principalmente por el aumento de las emisiones de carbono provocado por los combustibles fósiles y acelerado por el fenómeno meteorológico de El Niño, que calienta las temperaturas oceánicas en esta parte del mundo.

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El blanqueamiento se produce cuando las olas de calor marinas someten a los corales a estrés, provocando la expulsión de algas de sus tejidos y la pérdida de su color. Los corales pueden recuperarse del blanqueamiento si las temperaturas vuelven a la normalidad, pero perecerán si el agua se mantiene más caliente de lo habitual.