En declaraciones a los periodistas en el Parlamento, la diputada socialista Maria Begonha anunció la petición de examen parlamentario "sobre las medidas del Gobierno que no son sólo volver a liberalizar el alojamiento", sino también "revocar lo que el PS había hecho en favor de la vivienda".
Según el diputado del PS, estos cambios suponen "un régimen en el alojamiento local que vuelve completamente al pasado".
"Esperamos que el Gobierno pueda entender que necesitaba moderar su propuesta, no estamos esperando que el Gobierno esté de acuerdo con nosotros en que era necesario echar por tierra estos cambios que hicieron".
Esperando que con el debate público y la reapertura de este asunto "haga entender al Gobierno que tiene una mayoría de derechas, pero no tiene una mayoría en el país", Maria Begonha dijo que el PS quiere, con esta apreciación parlamentaria, "el cese de la validez de estas medidas en su totalidad".
La diputada del PS destacó que los socialistas no demonizan la actividad de los alojamientos locales ni han querido nunca acabar con ella.
"Una de las medidas centrales de 'Mais Habitação' eran las restricciones al alojamiento local, que tenía uno de los regímenes más liberalizados de Europa, que eliminaba la oferta de viviendas", recordó.
En medio de "una crisis brutal de vivienda", el PS cuando estaba en el Gobierno, según Maria Begonha, "lo que hizo fue entender que con el crecimiento desmesurado del alojamiento local, era necesario restablecer el equilibrio".
"Hacer una pausa para respirar y decir: ante el crecimiento desmesurado, ante la realidad de la crisis inmobiliaria necesitábamos hacer una pausa, restringir el acceso al alojamiento local, regular el acceso para crear un equilibrio entre el turismo y el derecho a la vivienda ", dijo.
Tras destacar que el PS "priorizó el derecho a la vivienda", la diputada consideró que estas medidas que ahora ha aprobado el Gobierno, citando al presidente del Gobierno, "rompen las restricciones" al alojamiento local que habían hecho los socialistas, además de que se "quita poder de decisión a los condóminos".
"Nuestro objetivo es abrir un debate que, desgraciadamente, tendrá pocas sorpresas, pero con la esperanza de que el Gobierno pueda entender que se trata de una medida excesivamente radical para reabrir y liberalizar el alojamiento ante la crisis de la vivienda", explicó.