Según Executive Digest, Francisco Calheiros, presidente de la Confederación de Turismo de Portugal (CTP), se mostró muy preocupado por este escenario y advierte de que la industria turística nacional no podrá soportar una espera tan larga para la nueva infraestructura.
"Creo que tardará 20 años y el turismo portugués no puede sobrevivir 20 años sin aeropuerto", declaró Francisco Calheiros a Lusa, haciendo hincapié en la incertidumbre que rodea a la ubicación real del futuro aeropuerto. El Campo de Tiro de Alcochete fue la opción anunciada oficialmente por el Gobierno, pero la inestabilidad política y el cambio en el Ejecutivo hacen dudar de la viabilidad de este plan.
La incertidumbre en torno a la formación del próximo Gobierno portugués también genera inquietud en el sector. Francisco Calheiros destaca que un posible Gobierno del Partido Socialista (PS) tendría un enfoque diferente al de un Gobierno liderado por el Partido Socialdemócrata (PSD), e incluso dentro de este último, no hay garantías de que los políticos mantengan sus planes actuales.
"Tendremos un nuevo gobierno. Si es del PS, será completamente diferente. Si es del PSD, no sabemos si los ministros serán los mismos", añadió el líder del CTP, reflejando la preocupación generalizada por la continuidad de la decisión sobre la ubicación del nuevo aeropuerto.
A pesar de la incertidumbre política, Pedro Nuno Santos, secretario general del PS y ex ministro de Infraestructuras, aseguró recientemente, en una entrevista a CMTV, que si es elegido primer ministro mantendrá la elección de Alcochete como ubicación del aeropuerto.
NA - Aeroportos de Portugal, la concesionaria del grupo Vinci responsable de la infraestructura aeroportuaria nacional, calcula que el nuevo aeropuerto podría estar operativo a mediados de 2037. Sin embargo, la empresa admite que, con optimizaciones en el calendario a negociar con el Gobierno, la infraestructura podría inaugurarse a finales de 2036.
La Confederación Portuguesa de Turismo teme que la indefinición y los procesos burocráticos retrasen aún más el calendario previsto. Con el actual Ejecutivo al frente, las negociaciones con ANA están paralizadas, lo que aumenta la preocupación del sector. "La paralización de las negociaciones con la concesionaria sólo agravará el problema y generará aún más incertidumbre", advirtió Francisco Calheiros.