En declaraciones a Lusa, el embajador expresó su confianza en los beneficios para Europa de una estrategia energética que valore el papel de Portugal como plataforma de distribución.
"Estamos de acuerdo en muchos temas, como la necesidad de construir un puente energético entre la Península Ibérica y el Norte de África, hacia el resto de Europa, a través del gasoducto marítimo del Corredor de Energía Verde. Cuando se construya, esperamos un mayor flujo de gas verde", dijo Levine.
Aun así, Levine declinó comentar la posibilidad de que Portugal sirva también de puerto para la energía vendida por Estados Unidos a Europa, en un escenario que supondría utilizar el puerto de Sines para recibir petróleo y gas del país, y distribuirlo después por Europa central.
El embajador de EE.UU. en Lisboa recordó que Portugal apoya las iniciativas para fortalecer las cadenas de suministro de materias primas esenciales para las tecnologías de energía limpia, incluyendo las turbinas eólicas o los vehículos eléctricos, en línea con la visión del Gobierno del presidente Joe Biden.
Randi Charno Levine dijo que su Gobierno "apoya firmemente los esfuerzos de Portugal para utilizar sus recursos minerales críticos, como el litio, para construir una cadena de suministro de alto valor", con el fin de mejorar la transición a las energías renovables.
"Estos esfuerzos proporcionarán oportunidades económicas para Portugal y Estados Unidos, además de aumentar la seguridad energética de ambos países, diversificando las cadenas de suministro", concluyó la embajadora estadounidense.