La conclusión forma parte del análisis del Observatorio del Gasto Sanitario "El seguro de salud privado en el sistema de salud portugués: mitos y realidades", elaborado por los investigadores Pedro Pita Barros y Eduardo Costa, en el ámbito de la Iniciativa de Equidad Social, una asociación entre la Fundación "la Caixa", BPI y Nova SBE.
"Más que analizar la evolución del número de contratos sanitarios privados en Portugal, es necesario comprender las razones de este crecimiento y su papel en el sistema sanitario portugués", afirma el Observatorio del Gasto Sanitario.
Según el observatorio, el aumento progresivo del volumen de seguros privados voluntarios suscritos por la población - que pasó del 14% en 2000 al 32% en 2021 - no se traduce necesariamente en un aumento equivalente de la importancia del seguro de enfermedad en la financiación del gasto en salud.
"Los fondos movidos por los seguros privados de enfermedad representan (en 2020) sólo el 4% del gasto total en asistencia sanitaria, lo que contrasta muy claramente con el número de contratos de seguros privados de enfermedad. Es decir, aunque hay muchos contratos, estos cubren de media muy poco cuantitativamente y, en consecuencia, los pagos directos de las familias, que en los últimos 10 años no han sufrido ninguna reducción significativa, se mantienen en niveles muy elevados", subraya.
Para los economistas, la oportunidad que deja abierta esta falta de cobertura económica de muchos gastos sanitarios no es aprovechada por las compañías que prestan seguros privados de salud, argumentando que "podrían ampliar su actividad ocupando el espacio de complementariedad con el SNS y, en consecuencia, reduciendo el esfuerzo de las familias en el momento de necesidad y utilización de la asistencia sanitaria".
Los datos analizados también concluyen que existe "una fuerte correlación negativa" entre el papel de los seguros privados de salud y el de los subsistemas privados.