El primer lote de vacunas había llegado a Portugal el día anterior y había sido desarrollado por Pfizer-BioNTech. Dado que las vacunas seguían siendo escasas en todo el mundo, el primer lote se destinó a los profesionales sanitarios, más expuestos a Covid-19.
Las vacunas, también desarrolladas por otras empresas farmacéuticas, llegarían regularmente al país, primero para las personas de los grupos considerados prioritarios (como ancianos, enfermos o profesionales sanitarios, trabajadores de residencias y servicios esenciales) y luego se extenderían a toda la población.
Hace dos años, en esta fecha, el Covid-19 (nueve meses después del primer caso registrado en el país) ya había causado 6.556 muertes, de los 392.996 casos confirmados de infección, según datos de la Dirección General de Sanidad de entonces.
La vacuna se ha administrado en los dos últimos años a casi todos los grupos de edad (a partir de los cinco años), habiendo recibido al menos una dosis todas las personas mayores de 25 años, y se administraron dosis de recuerdo, estando actualmente disponible (a partir del día 22) la vacunación de recuerdo para mayores de 50 años en la modalidad de "Casa Abierta", sin necesidad de cita previa.
La modalidad también sigue disponible para colectivos profesionales prioritarios (mediante claves digitales) y para la vacunación y recuerdo de personas entre 18 y 59 años y primovacunación mayores de 12 años.
Según los últimos datos oficiales, la actual campaña de vacunación de refuerzo de otoño-invierno ya ha cubierto a más de 2,9 millones de personas.
Actualmente hay ocho tipos diferentes de vacunas disponibles en Portugal y, según el Ministerio de Sanidad, en los dos años del programa de vacunación, entre primeras dosis y dosis de refuerzo, se administraron 26,5 millones de dosis.
Un balance del Ministerio de Sanidad indica también que casi 2,1 millones de dosis fueron desechadas por caducidad, lo que corresponde al 5,5% del total, una de las tasas más bajas de Europa.