Una nueva propuesta de ley del tabaco presentada por el Gobierno, que entró en el Parlamento el 26 de mayo, prevé la prohibición de fumar en las playas marítimas, fluviales y lacustres (lagos), por determinación de la dirección, administración o concesionario.
"Estamos aquí al aire libre. Creo que es más o menos la situación que se dio con las terrazas de los cafés. Hubo un poco de choque entre la población, pero la gente acabó sumándose", dice Tiago Duro, propietario de la concesión Minha Praia, en Quarteira.
"Mira el caso de otros países que, con estas prohibiciones, acabaron bajando la tasa de fumadores, ¿no? Creo que funciona", subraya Tiago Duro.
Christofe Pontes es el concesionario de Praia Alegre y también está de acuerdo en que la decisión de prohibir fumar a los clientes debe recaer en él.
"Creo que lo peor de que la gente fume en la zona de concesión no es fumar. El problema aquí son las colillas en la arena".
Christofe Pontes opina que los fumadores son minoría en el espacio que se le ha asignado y considera que la cuestión debe tratarse como en el caso de los restaurantes, donde los fumadores no deben molestar a los no fumadores.
Según la propuesta de ley, también se prohibirá fumar en determinados espacios, como piscinas públicas y parques acuáticos, ya que el gobierno considera que son zonas de ocio frecuentadas por niños.
En cuanto al acceso al tabaco, la prohibición de vender tabaco se extenderá a los recintos deportivos, piscinas y parques acuáticos, salas y locales de conciertos, recintos de atracciones, salas de bingo, casinos y salas de juego y otros tipos de locales destinados a espectáculos y festivales de música, así como a la entrega a domicilio o la venta ambulante.
La venta de tabaco a través de máquinas expendedoras queda ahora prohibida en lugares situados a menos de 300 metros de establecimientos para menores de 18 años.
En contra de lo anunciado inicialmente por el Gobierno, el diploma entregado al Parlamento ya no contempla la prohibición de la venta de tabaco en gasolineras, un cambio que el consejero de Sanidad, Manuel Pizarro, justificó por la falta de alternativas de compra en muchas localidades.