El secretario general del PCP, Paulo Raimundo, subrayó que los comunistas no renuncian a lo que consideró la "principal y más actual reivindicación", es decir, el "aumento general y un aumento significativo de los salarios".
"La riqueza se crea. Los trabajadores ya han creado medios y recursos más que suficientes para poder tener subidas del 15%, con un mínimo de 150 euros para cada trabajador. No entramos en la falsa cuestión de si es posible o no; no sólo es posible, es urgente y fundamental para el propio desarrollo del país", declaró.
Paulo Raimundo también reiteró que "no es normal que un puñado de privilegiados se metan cada día en el bolsillo 25 millones de euros de beneficios".
"En la CDU somos claros: la venta del país al capital extranjero es un crimen político y económico contra nuestro desarrollo, que beneficia a un pequeño puñado y perjudica a una inmensa mayoría de los que viven y trabajan aquí", observó, añadiendo que "es posible vivir mejor" en Portugal.
Hablando de la necesidad de reforzar la inversión financiera en los servicios públicos, concretamente en el Servicio Nacional de Salud, en las escuelas públicas o en la vivienda, Paulo Raimundo protestó también contra la promiscuidad entre poder económico y poder político, señalando esta situación como la principal raíz de la corrupción.