Un equipo del Instituto de Investigación Oncológica (ICR) del Reino Unido utilizó una biopsia líquida ultrasensible para detectar la presencia de pequeñas cantidades de ADN canceroso que permanecen en el organismo tras el tratamiento del cáncer de mama precoz.
Los investigadores pudieron identificar a todas las pacientes de un estudio que recayeron mediante la detección de niveles muy bajos de cáncer en la sangre, lo que se conoce como enfermedad residual molecular.
Está previsto seguir investigando, pero el ICR afirma que los resultados "sientan las bases de un mejor seguimiento tras el tratamiento y de un tratamiento que podría prolongar la vida".