Se trata de una de las 60 medidas del paquete que el Gobierno presentó para acelerar la economía portuguesa, aunque también es la transposición de una directiva de la Unión Europea(UE) sobre un nivel mínimo de imposición de los beneficios de las empresas multinacionales y los grandes grupos nacionales.
Portugal llevaba retraso en la transposición de la directiva, y la Comisión Europea había abierto un procedimiento de infracción.
Como señaló el Secretario de Estado y de Finanzas, Joaquim Miranda Sarmento, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, la transposición "debería haberse hecho a finales de 2022, ya lleva un año y medio de retraso".
Así, el Gobierno está "haciendo algo que el Estado portugués ya debería haber hecho e imponiendo que las multinacionales paguen el valor mínimo justo de sus impuestos", añadió.
Se trata de la ley comunitaria que entró en vigor el 1 de enero para introducir un tipo impositivo mínimo efectivo del 15% para las grandes empresas activas en los Estados miembros de la UE, que abarca a las multinacionales y los grandes grupos nacionales con mayores ingresos financieros combinados de hasta 750 millones de euros anuales.
La directiva comunitaria siguió el acuerdo global alcanzado por el G20 y la OCDE y pretende crear "una mayor equidad y estabilidad en el panorama fiscal en la UE y a nivel mundial, limitando la carrera a la baja de los tipos del impuesto de sociedades y reduciendo el incentivo a que las empresas transfieran beneficios a jurisdicciones con impuestos bajos", según señaló la Comisión Europea tras su aprobación.