Investigadores de Australia han descubierto que esta misma actividad de ocio puede salvar a ciertas especies de ranas de la actual pandemia fúngica llamada quítrido, documentada como infectante de 500 especies o más, es una amenaza masiva para el anfibio.
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Construir estas sencillas estructuras en un jardín podría ayudar a las ranas no sólo a sobrevivir a los brotes de quitridio, sino también a que la población local desarrolle resistencia.