El mural se inaugurará este mes en la estación de metro de Trindade, en Oporto.

Diseñado por el artista Miguel Januário, mide 9,5 metros de ancho y 3,25 metros de alto, y está compuesto por 736 azulejos. Cuenta con las contribuciones de unos 1.500 participantes, entre los que se encuentran artistas como Vhils, Capicua, Gonçalo Mar, AkaCorleone y Tamara Alves, junto con azulejos pintados por niños, adultos y ancianos de diversos orígenes.

Este proyecto surgió inicialmente de una propuesta del Partido Comunista Portugués (PCP) para una iniciativa de arte público, pero pronto se amplió para incluir una participación más amplia de la comunidad.

Los talleres celebrados a lo largo de 2023 y 2024 invitaron a los participantes a reflexionar sobre el cumplimiento, o la falta de cumplimiento, de los principios de la revolución, lo que dio lugar a azulejos que representaban temas de educación, justicia, paz, sindicatos y derechos de los niños.

Al final de los talleres, Miguel Januário tuvo que decidir cómo colocar los azulejos en los dos murales, y en este proceso empezó por clasificarlos por colores. "Utilizamos el rojo, el negro, el amarillo y el verde para pintar, junto con la base blanca del azulejo. La mitad de los azulejos eran blancos, mientras que el otro 50% tenía una base de color, tanto en Oporto como en Lisboa. De los que tenían una base de color, la mitad eran rojos".

Januário dispuso los azulejos por colores para formar un clavel gigante pixelado en el centro de cada mural, utilizando el verde para el tallo, el rojo para los pétalos y azulejos más oscuros para crear un efecto de marco. La palabra "Cumprir" está sutilmente incrustada en el diseño, con las letras incompletas, como recordatorio simbólico de que aún queda mucho por hacer.