Se sustentan en la suma del colchón de conservación de capital, el colchón anticíclico y los colchones sistemáticos de los bancos, combinados para formar el colchón combinado obligatorio (CBR), que puede absorber pérdidas sin dejar de prestar servicios esenciales a la economía. Su principal objetivo es evitar que influyan negativamente en la economía, mejorando al mismo tiempo la resistencia del sistema financiero para absorber perturbaciones imprevistas. La red de seguridad incluye cuatro componentes principales, que deben cubrirse mediante el capital principal de nivel 1 (CET1):

1) El colchón de conservación de capital (CCoB), que garantiza que los bancos mantengan un flujo constante de financiación a la economía en escenarios no deseados. 2,5% de las posiciones ponderadas por riesgo.

2) Reserva para otras instituciones de importancia sistémica (O-SII), que afecta a los bancos que son sistémicamente relevantes. Hasta el 3% de las posiciones ponderadas por riesgo.

3) Reserva para riesgos sistémicos sectoriales (sSyRB), cuyo objetivo es proteger a los bancos frente a perturbaciones en el mercado inmobiliario residencial. 4% de las posiciones ponderadas por riesgo.

4) Reserva anticíclica (CCyB), que garantizará que los bancos puedan afrontar mejor las perturbaciones cíclicas imprevistas, se pondrá en marcha en enero de 2026 con un 0,75% inicial de las posiciones ponderadas por riesgo.

Los bancos portugueses tienen unos niveles sólidos para cumplir los requisitos de la regulación, con unas instituciones financieras que superan los requisitos en un 6%.