"La vacunación es muy importante. La vacuna es segura y, además de proteger la salud de las personas, ayuda a evitar una afluencia brutal a los centros de salud y a los servicios de urgencias de los hospitales, que ya están infradimensionados incluso para el uso rutinario, empeorando con los picos en situaciones de emergencia", afirmó António Sarmento.
En una entrevista concedida a la agencia Lusa, hace tres años, el médico, que fue el primer portugués vacunado contra el covid-19, afirmó saber que vacunarse "ayudó a influir en la decisión de muchas personas", y se mostró preocupado por la actual crisis del Servicio Nacional de Salud (SNS), pues cree que una "afluencia más estable de pacientes a los hospitales podría ayudar".
"Por eso es importante la vacuna, por favor, vacúnense", subrayó.
António Sarmento fue director del servicio de enfermedades infecciosas del Centro Hospitalar Universitário de São João (CHUSJ), en Oporto, durante 16 años, que recibió la vacuna de Pfizer-BioNTech el 27 de diciembre de 2020.
"Un día normal", se convirtió en un hito en la historia de la sanidad en Portugal, con la comparecencia del infectólogo ante la ministra de Sanidad de la época, Marta Temido, y el actual responsable de la Direção-Executiva do SNS, Fernando Araújo, que era el presidente del consejo de administración del CHUSJ.
"Cuando me dijeron que iba a ser el primero, pensé: "¿El primero del hospital? De acuerdo. Tiene sentido que predique con el ejemplo. Cuando vi a todos esos periodistas, me sorprendí. No me sentí especial. Me alegré de recibir la vacuna que ayudó sustancialmente a reducir el número de casos", recuerda este médico de 68 años, que no piensa jubilarse pronto porque "no quiere abandonar el barco".
"Podría haberme jubilado ya, pero no lo voy a hacer a menos que sea obligatorio, la sanidad en Portugal está mal y me preocupa. No significa que vaya a resolverlo todo, pero me molesta abandonar el barco a estas alturas y de esta manera", compartió.
Preguntado por las soluciones, António Sarmento lamentó que "el SNS se diseñó hace 50 años, para una realidad social, epidemiológica y médica que no tiene nada que ver con los tiempos actuales".
El SNS "funcionó muy bien dentro del ámbito para el que fue diseñado", sin embargo, "después de 10 años, tuvo que empezar a ser adaptado debido a que la sociedad cambió drásticamente", dijo António Sarmento.
"En los primeros años, el SNS carecía de financiación suficiente, pero aun así siguió adelante gracias al capital humano que tenía, un capital humano lleno de energía y entusiasmo. Y por los equipos adquiridos. Pero la medicina es una actividad eminentemente humana y refleja en gran medida la humanidad, o la inhumanidad de la sociedad. Esta sociedad se está volviendo progresivamente más individualista y la gente está perdiendo el sentido del bien común, lo que afecta a los médicos, a los enfermeros y a la población en general", explicó.
António Sarmento es uno de los 100 homenajeados de la lista de ciudadanos, entidades y empresas que el Ayuntamiento de Oporto distinguió el 27 de diciembre, en una ceremonia en la Casa da Música, a la que asistió el Ministro de Sanidad, Manuel Pizarro.