Según los informes, unas 3.500 personas estaban de fiesta en el momento del ataque, y la investigación rastreó las respuestas psicológicas de más de 650 supervivientes del festival.


Los científicos descubrieron que aquellos que tomaron MDMA experimentaron un mejor sueño y menos angustia mental en los meses posteriores al ataque, lo que indica una posible protección psicológica de la droga.