En un comunicado, la institución señala que, "para prepararse ante el aumento del riesgo de incendios forestales durante los próximos meses de verano, la UE ha movilizado equipos de bomberos y aviones para ayudar a los países europeos afectados por incendios forestales".
En concreto, "para apoyar rápidamente a las brigadas de bomberos locales, durante los meses de julio y agosto, alrededor de 650 bomberos de 14 países europeos se situarán estratégicamente en lugares clave de alto riesgo en Francia, Grecia, Portugal y España", indica Bruselas, que precisa que se reforzará el número de bomberos en cada país.
Además, hay 22 aviones de extinción y cuatro helicópteros estacionados en 10 Estados miembros para intervenir en caso necesario.
En el caso de Portugal, la flota de verano apoyada por la UE incluye dos avionetas.
"Coordinados y cofinanciados a través del Mecanismo de Protección Civil de la UE, estos recursos ayudarán a mitigar los riesgos y permitirán dar una respuesta más rápida y contundente a las crisis. Estos recursos se suman a las capacidades nacionales", afirma la Comisión Europea.
El Mecanismo de Protección Civil de la UE coordina la respuesta a las catástrofes naturales y de origen humano a escala de la UE y su objetivo es fomentar la cooperación entre las autoridades nacionales y prestar asistencia rápida a las poblaciones.
Además, este verano están listos para ser desplegados por la UE, en estrecha cooperación con los Estados miembros, 19 equipos terrestres de lucha contra incendios, con unos 30 bomberos cada uno, y un equipo de asesoramiento y evaluación.
Equipo de apoyo
En el Centro de Coordinación de la Respuesta de Emergencia de la UE también se creará un equipo de apoyo especializado en incendios forestales para supervisar los riesgos y analizar los datos científicos.
"Este enfoque proactivo confirma el compromiso de la UE de ir un paso por delante de las catástrofes, incluidas las exacerbadas por el cambio climático, y aunar esfuerzos para proteger vidas, hogares y el medio ambiente", concluye el Ejecutivo comunitario.
En 2024, Portugal se enfrentó a una de las peores temporadas de incendios forestales de la última década, con un total de 6.229 incendios rurales entre el 1 de enero y el 15 de octubre que provocaron 136.424 hectáreas de superficie quemada.
Esta cifra equivalía a una reducción del 47% del total de incendios en comparación con la media de los 10 años anteriores, pero también a un aumento del 22% de la superficie quemada.