Las reservas de sangre de los tipos A+, O+ y O- están por debajo de los niveles ideales, con reservas que sólo alcanzan para unos cinco días.
Según el Instituto Português do Sangue e da Transplantação (IPST), cada día se necesitan 1.000 unidades de componentes sanguíneos. Sin embargo, "en la temporada de verano, debido a diversos factores relacionados con los períodos de vacaciones y los movimientos de la población, el número de donaciones tiende a disminuir".
"Las dificultades se derivan de la falta de profesionales para la extracción de sangre y de la falta de condiciones para atender a la población con el fin de promover las donaciones", afirma Alberto Mota, presidente de la Federación Portuguesa de Donantes de Sangre Benévolos (FEPODABES). "No podemos hacer que una persona espere dos horas al sol, delante de una unidad móvil, para donar sangre", añade.