La carta fue entregada el 19 de agosto en el Ministerio de Sanidad y está firmada por 416 de los 1.061 médicos de la especialidad de Medicina Interna de todo el país, según el Sindicato Independiente de Médicos (SIM).
Teniendo en cuenta las demandas laborales, los médicos consideran que la formación de los internos "está comprometida", ya que constantemente se aseguran turnos de urgencias, "trabajando turnos que deberían ser garantizados por especialistas, en claro incumplimiento de los criterios de idoneidad formativa de Medicina Interna (MI)".
Al considerar que las medidas aprobadas hasta la fecha "son insuficientes" para la resolución de las dificultades que se viven a diario en la prestación asistencial, los médicos comunican en el escrito que entregarán de forma individual y a las respectivas administraciones hospitalarias el borrador de la negativa a realizar más de 150 horas extras al año.
También entregarán actas de renuncia a la responsabilidad siempre que se les asigne trabajar en un servicio de urgencias y los horarios de este servicio no se ajusten a la normativa.
"De esta forma, exigimos una mejor formación y condiciones laborales, una retribución acorde con nuestra diferenciación, el cumplimiento de los límites máximos de horas extras y el cumplimiento de unos mínimos asistenciales en los equipos de urgencias, de forma que podamos atender el nivel de exigencia que se nos exige, garantizando la seguridad de nuestros pacientes", señalan en la carta.
Los médicos también recuerdan que la MCI es la especialidad médica en la que se basan las estructuras hospitalarias y los Servicios de Urgencias de todo el país y advierten de que sin la presencia de los interinos, las escalas de Urgencias no se cubrirían con regularidad.
"Hemos sido testigos de situaciones como las del Hospital São Francisco Xavier (Lisboa) en las que los servicios de urgencias de MCI se ven debilitados y reducidos a los internos de MCI de forma reiterada", pero también en otros hospitales del país donde "se está incrementando" el uso de internos para cubrir los turnos de los especialistas en los servicios de urgencias, "ya que esta práctica se ha convertido en un hábito, en detrimento de su formación, sobre todo en lo que se refiere al resto de la actividad asistencial, como la consulta y la hospitalización", lamentan.
Así, señalan, "queda poco tiempo" para cumplir "las cifras mínimas" exigidas en los planes de estudio en cuanto a número de consultas, formación en las numerosas técnicas que requiere la especialidad, tiempo para actividades como la publicación de artículos y trabajos de investigación.
"Esto se traduce en una formación deficiente, asfixiada por las exigencias de los servicios de urgencias y una creciente desmotivación", advierten. Los médicos afirman también que esta "espiral de insatisfacción se agrava cada día y es común a varias especialidades médicas".