Según la presidenta de la Comisión Vitivinícola del Algarve, Sara Silva, hasta junio las expectativas de sus cerca de 50 productores eran de "crecimiento" tras "un año récord" en 2021, pero las altas temperaturas y la falta de lluvias dificultaron el crecimiento de la uva y las perspectivas para la cosecha de este año se sitúan entre 1.000.000 y 1.200.000 litros.
"Lo que nos hemos encontrado, efectivamente, es que va a haber un descenso de la producción en torno al 20%", ha dicho, explicando que "el hecho de que no haya precipitaciones" obliga a los productores a "iniciar el riego cada vez con más antelación" y las "altas temperaturas, sobre todo en julio, provocaron que algunas cepas se chamuscaran".
El presidente del Consejo de Administración de la Comisión Vitivinícola del Algarve aclaró que, aunque "no fueron muchos", de los viñedos afectados por el chamuscado, muchos acabaron sufriendo "estrés hídrico" y "las bayas no se desarrollaron de la mejor manera, comprometiendo la rentabilidad esperada".