En un informe, S&P explica que la perspectiva estable refleja la expectativa "de que los elevados niveles de deuda pública y externa de Portugal seguirán disminuyendo, equilibrando los riesgos para el crecimiento económico y la trayectoria presupuestaria derivados de una potencial estanflación en Europa" y la incertidumbre del contexto geopolítico.
En septiembre del año pasado, la agencia había elevado la "calificación" (notación) de Portugal de "BBB" a "BBB+", cambiando la perspectiva a estable.
En el informe, la agencia señala que espera que Portugal presente superávits presupuestarios primarios en los próximos años, lo que le permitirá reducir la deuda neta en relación al Producto Interior Bruto (PIB) por debajo del 100%, a pesar de que el coste de emisión de deuda debería aumentar.
Los analistas de S&P esperan que el crecimiento económico se ralentice en 2023, pero las "perspectivas a medio plazo siguen siendo sólidas", apoyadas por la ejecución prevista de los fondos europeos.