En declaraciones a la agencia Lusa, la presidenta de CIVISA, Gabriela Queiroz, recordó que la crisis sísmica en São Jorge comenzó el 19 de marzo de 2022 debido a "valores sísmicos muy por encima de lo normal" e "indicadores que demostraban la ocurrencia de deformaciones".
El nivel de alerta, que estaba en V4 (el más alto nivel pre-eruptivo), ha pasado de V3 (señales de alta actividad) a V2 (señales de actividad moderada), según el Gobierno regional.
"Lo que hemos comprobado es que en los últimos seis meses los niveles de sismicidad han disminuido. Aunque se mantienen por encima de lo normal, no tenemos, en otros parámetros, ningún indicador de comportamiento anómalo", explicó Gabriela Queiroz.
La profesora universitaria, doctora en Vulcanología, advirtió, sin embargo, que a pesar de "no ser tan evidente", el sistema volcánico sigue "mostrando señales de inestabilidad".
"[La reducción del nivel de alerta] no significa, obviamente, que no se puedan producir picos de mayor actividad sísmica y de mayor energía. Pueden producirse terremotos perceptibles por la población", dijo.
Tras subrayar que si es necesario "siempre se reevaluará la situación", el presidente de CIVISA rechazó "completamente" el fin de la crisis sísmica y destacó que la reducción del nivel de alerta se debe también a la "ausencia" de indicadores como la deformación de la corteza terrestre y la liberación de gases volcánicos.
"Estamos pasando a un V2. No pasamos a un V0. Lo que estamos diciendo es que, de hecho, la actividad sísmica muestra signos de disminución, pero se mantiene por encima de los parámetros normales", reforzó.