En un comunicado, Century 21 dijo que tuvo unos ingresos de 48,6 millones de euros, un 17% más que en términos interanuales, mientras que el volumen de ventas alcanzó los 1.767 millones de euros, alrededor de un 3% más que lo anunciado hace un año.

La empresa, que no divulga resultados netos, intermedió 8.830 transacciones en los seis primeros meses del año, y el 71% de las ventas se realizaron a clientes nacionales.

Entre los principales compradores internacionales figuran Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Alemania y Países Bajos.

El precio medio de venta en los seis primeros meses cayó un 4% interanual, hasta los 190.429 euros, una reducción que demuestra el "impacto de la limitación del poder adquisitivo de los portugueses".

Según la agencia inmobiliaria, los compradores han estado revisando sus criterios de selección de vivienda, renunciando al tamaño (optando por casas más pequeñas), y seleccionando diferentes zonas de la ciudad u otros lugares de la periferia.

Retos

Entre los retos identificados para el sector, Century 21 afirma que Portugal tiene "un problema estructural" y destaca dos medidas del programa de Gobierno que "requieren un amplio consenso y compromiso" entre partidos y municipios: la ampliación y modernización de la movilidad urbana y la revisión del Reglamento General de Edificios Urbanos y de los planes directores municipales.

En cuanto a la medida de exención del IMT y del Impuesto de Actos Jurídicos Documentados y el aval público para la financiación de la primera vivienda para jóvenes de 35 años, la inmobiliaria consideró que no resuelven del todo los problemas de los jóvenes.

"Seamos realistas: la verdadera barrera para la adquisición de un inmueble por parte de los jóvenes portugueses va mucho más allá de los impuestos. Los bajos ingresos y la precariedad del primer empleo son obstáculos mucho más significativos, que la exención de impuestos no resuelve", afirmó el presidente ejecutivo de Century21 Portugal, Ricardo Sousa.

"Es crucial poder aumentar la oferta de inmuebles, especialmente en las áreas metropolitanas de Lisboa, Oporto y Algarve", defendió.