El 1 de noviembre se cumplen 269 años del Gran Terremoto de 1755, una fecha clave en la historia de Portugal. Para recordar este acontecimiento y concienciar sobre la importancia de la prevención sísmica, Quake, agente de sensibilización sobre catástrofes naturales, lanza la iniciativa "Recuerda 1755", que reta a los portugueses a colgar una prenda o una bandera morada en sus ventanas.

Se trata de una llamada a la acción y una invitación a reflexionar sobre la importancia de la preparación individual y colectiva ante futuros terremotos que cuenta con el apoyo del Alcalde de Lisboa, el Secretario de Estado de Protección Civil, el Presidente de la Asamblea de la República, la flota de buques Transtejo Soflusa y el Regimiento de Bomberos de Lisboa.

La iniciativa pretende no sólo evocar a las víctimas y la destrucción causadas por el terremoto, sino también fomentar la reflexión sobre la importancia de prevenir y prepararse para futuros seísmos. Quake retó a varias entidades públicas y políticas, así como a monumentos históricos del área metropolitana de Lisboa, a sumarse a este llamamiento, promoviendo la concienciación sobre el riesgo sísmico.

El Regimiento de Bomberos de Lisboa, a las 9:40 de la mañana, hora aproximada del terremoto de 1755, hará sonar las sirenas de los 11 cuarteles del regimiento, en un acto simbólico que recuerda aquel día y refuerza la necesidad de estar preparados. A este coro se unirán los barcos de la flota Transtejo Soflusa. También para recordar este día histórico, Cristo-Rei, en la noche del 31 de octubre y del 1 de noviembre, y la estatua del Terreiro do Paço, el Ayuntamiento de Lisboa y Quake, en la noche del 31 de octubre, se iluminarán de color morado.

"Ignorar el 1 de noviembre de 1755 es olvidar quiénes somos y de dónde venimos. Esta fecha debe ser recordada como una de las más significativas en la vida de los portugueses. No se trata de alimentar un culto a la desgracia, sino de aprender del pasado para encarar mejor el futuro", afirma Ricardo Clemente, cofundador de Quake - Museo del Terremoto de Lisboa. "Pretendemos que todos los ciudadanos conozcan las medidas de seguridad y participen en la iniciativa en un acto simbólico de compromiso con una sociedad más preparada para hacer frente a las catástrofes", añade.

El terremoto de 1755, seguido de un tsunami e incendios, devastó Lisboa y otras regiones del país y dejó una profunda huella en la memoria colectiva. Quake, comprometido con la sensibilización de la opinión pública, considera crucial mantener vivo el recuerdo de este acontecimiento. A través del movimiento "Recuerda 1755" y de las sesiones especiales que tendrán lugar el 1 de noviembre, el Museo destaca la importancia de aprender de las lecciones del pasado para prepararse mejor para el futuro, especialmente en un contexto de creciente actividad sísmica mundial.