A medida que se acerca la Navidad y las temperaturas empiezan a caer en picado, la tentación de abrigarse y comer alimentos azucarados se hace cada vez más atractiva.

Pero, ¿por qué tiende a dispararse nuestro consumo de azúcar en esta época del año? ¿Hay algo que podamos hacer para controlar estos antojos?

¿Por qué tenemos antojos de azúcar durante el invierno?

Condicionamiento del comportamiento

"Una de las principales razones son los desencadenantes ambientales a los que estamos expuestos durante el invierno", explica Rosie Carr, dietista del plan de alimentación saludable Second Nature. "A lo largo de muchos años, puede que hayamos creado asociaciones en nuestro cerebro entre determinadas situaciones y la comida o la bebida, como llegar a casa después de un frío paseo y tomar un chocolate caliente con malvaviscos".

"La repetición de este comportamiento hará que a nuestro cerebro se le antoje azúcar después de pasear cuando hace frío, y esto se conoce como "condicionamiento pavloviano" y se puede aplicar a muchas otras señales ambientales, sociales y de comportamiento que conducen a los antojos."

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Influencia biológica

La dopamina, también conocida como la hormona del bienestar, desempeña un papel fundamental en el mantenimiento de este ciclo de ansia y en el refuerzo de estos comportamientos.

"El proceso está regulado por el neurotransmisor dopamina, que interviene en la motivación y la recompensa", explica Carr. "Cuando se activa (como cuando tomamos un chocolate caliente, por ejemplo), se libera dopamina para ordenar al cerebro que repita este comportamiento".

Algunos investigadores también han sugerido una posible relación entre la exposición al frío y la hormona del hambre, la grelina.

"Un estudio realizado en hombres sanos demostró que nuestros niveles de grelina aumentan cuando nos exponemos a temperaturas más frías", señala Carr.

Influencia evolutiva

"Para nuestros antepasados, el invierno significaba muchos meses de duras condiciones que hacían más difícil la supervivencia", explica Carr. "También es posible que hubiera menos alimentos para cazar y recolectar.

"Por eso, las temperaturas más frías pueden indicar a nuestros cerebros de cazadores-recolectores que consuman alimentos más densos en energía, acumulen grasa y aumenten nuestras posibilidades de supervivencia".

¿Qué impacto tienen los alimentos azucarados en nuestro organismo?

"Los alimentos que contienen azúcar añadido suelen entrar en la categoría de alimentos ultraprocesados, como cereales, bollería, galletas, patatas fritas y otros alimentos precocinados como las comidas para microondas", destaca Carr. "Estos alimentos eluden nuestra red de regulación del hambre, y las investigaciones han demostrado que conducen al aumento de peso".

También son más propensos a aumentar bruscamente nuestros niveles de azúcar en sangre.

"Cuando nuestros niveles de azúcar en sangre se elevan por encima del rango ideal de nuestro cuerpo, se desencadena la liberación de grandes niveles de insulina para devolver estos niveles a la normalidad", explica la dietista. "Por desgracia, esta liberación excesiva de insulina puede provocar bajadas bruscas de azúcar, lo que desencadena la liberación de cortisol y adrenalina, hormonas del estrés, para intentar evitar la hipoglucemia.

"Esta montaña rusa de azúcar en sangre puede afectar significativamente a nuestros niveles de energía, función cerebral y capacidad para rendir profesional y socialmente".

¿Qué podemos hacer para controlar estos antojos?

Beber mucha agua

"Si tienes antojos intensos, es muy importante que bebas mucho líquido", dice Emma Thornton, nutricionista de A.Vogel. Esto no sólo garantiza que puedas metabolizar el glucógeno, aumentando tus niveles de energía, sino que también significa que puedes mantener un buen equilibrio de electrolitos".

"Deberías beber entre 8 y 10 vasos de agua al día, y esto significa agua normal, no agua con gas ni bebidas con cafeína".

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Limitar el consumo de alimentos azucarados

"Recomiendo planificar las comidas con antelación y ceñirse a la lista de la compra", aconseja Carr. "Así te asegurarás de limitar el consumo de alimentos ultraprocesados y de cocinar tus comidas con ingredientes frescos".

"Si comemos alimentos integrales la mayor parte del tiempo, podremos disfrutar de algún que otro postre con conciencia y sin sentirnos culpables".

Reduce tus niveles de estrés

"El estrés puede ser desastroso a la hora de fomentar los antojos de azúcar, así que éste es naturalmente un tema que querrás abordar", subraya Thornton. "Cuando se trata de emociones difíciles como el estrés y la ansiedad, solemos recomendar atajarlas de raíz, pero puede que esto no siempre sea posible, en cuyo caso puede que tengas que pensar en cómo controlar los síntomas".

"Mantenerse activo, comer los alimentos adecuados y practicar ejercicios de atención plena, como la meditación, pueden ser grandes herramientas para ayudarte en este caso".

Prueba la técnica de surfear las ansias

"Súbete a la ola del ansia durante 15 minutos y haz otra cosa durante ese tiempo, como salir a pasear o prepararte una infusión", recomienda Carr. "Si sigues teniendo antojo de algo dulce, prueba a cambiar por una opción más sana, como manzana y mantequilla de cacahuete, o yogur griego con frutas del bosque".