Cinco islas componen la Ría Formosa, en el Algarve portugués, entre ellas la pintoresca isla de Armona, un pequeño islote a poca distancia en ferry de la ciudad de Olhão, entre la isla de Culatra y la de Tavira, en el distrito de Faro. Armona es buscada por nativos y turistas que persiguen una escapada de los agitados lugares del Algarve. Aparte de la zona poblada del extremo oeste, el resto de la isla permanece indómito, con 9 kilómetros de naturaleza virgen por explorar.
La isla Armona forma parte del Parque Natural de Ría Formosa, un vasto sistema de lagunas protegidas y uno de los ecosistemas más importantes de Portugal. El invierno es una época especialmente mágica para explorar esta zona, ya que las aves migratorias se reúnen aquí durante los meses más fríos. Los observadores de aves y los amantes de la naturaleza en general se deleitarán avistando flamencos, espátulas y otras especies exóticas que hacen de esta región su hogar temporal.
El viaje para llegar
Una de las ventajas de visitar la isla de Armona es su accesibilidad. Desde el puerto de Olhão se puede coger el ferry a las distintas islas. El ferry entre Olhão y Armona, que funciona cuatro veces al día durante la temporada baja, tarda sólo unos 15 minutos y ofrece una perspectiva asombrosa tanto de Olhão como de la isla de Armona. Aunque el trayecto es relativamente corto, es más que suficiente para hacerle sentir que está completamente aislado y alejado del continente, haciéndole comprender que pronto estará en una isla.
La serenidad de una isla sin coches
Una vez que llegue a la isla y pueda recorrerla libremente, lo primero que notará es que el encanto de Armona reside en su sencillez. La isla está completamente libre de coches, lo que significa que puede dejar atrás el estrés del tráfico y disfrutar de la libertad de caminar o ir en bicicleta, ya que todo está a poca distancia. Esta configuración peatonal fomenta un ritmo de vida más lento, que es sin duda una de las mejores partes de pasar algún tiempo en esta isla.
El invierno amplifica esta sensación de serenidad, ya que las multitudes estivales de la isla se dispersan, dejando intactas la belleza natural y el estilo de vida tranquilo. También es el momento de relacionarse con los lugareños y aprender más sobre la cultura y las tradiciones de la isla, ya que en esta época del año la mayoría de la gente está aquí. Durante los meses de verano, las playas de Armona se llenan de visitantes, pero fuera de temporada, la isla se transforma en un remanso de tranquilidad, con kilómetros de playas de arena dorada, a menudo sin nadie más a la vista. La isla de Armona cuenta con una playa fluvial frente a la Ría Formosa (Praia da Armona-Ria), más cercana a la zona poblada de la isla, y tres playas marítimas -Praia da Armona-Mar, Praia da Fuseta y Praia da Barra Nova-, todas ellas dignas de una visita.
Qué hacer en la isla
La red de senderos y dunas de la isla invita a explorarla a pie, sobre todo cuando no hace un calor abrasador. Si le apetece caminar, puede dar un tranquilo paseo hasta el extremo oriental de la isla, donde encontrará unas vistas impresionantes del océano Atlántico, o aventurarse hasta las marismas, donde podrá observar el flujo y reflujo de las aguas de la laguna. Si le apetecen actividades acuáticas, además de nadar en las templadas aguas, el kayak y el paddle boarding son opciones estupendas. Y no se pierda la puesta de sol.
Ningún viaje a Armona estaría completo sin deleitarse con la gastronomía local. El Algarve es famoso por su marisco, y la proximidad de la isla al Atlántico garantiza las capturas más frescas. La parte más concurrida de la isla es sin duda la zona de cafeterías y restaurantes, situada junto al puerto de la isla, así que básicamente nada más bajar del ferry. Incluso en invierno, los restaurantes y cafés de Armona, que siguen abiertos en temporada baja, sirven apetitosos platos como la cataplana y el pulpo.
Alojamiento en la isla
En la isla de Armona no hay albergues ni hoteles, lo que contribuye a mantener viva la identidad de la isla. Sin embargo, existen algunas opciones si piensa pasar unos días en este idílico lugar. Una de ellas es alquilar propiedades privadas disponibles para tal fin durante todo el año, o alojarse en la "Orbitur Ilha da Armona" y alquilar un bungalow (cerrado entre mediados de octubre y finales de febrero). Siempre puede optar por alojarse en Olhão y tomar el ferry de vuelta a la isla, aunque se perderá la parte de despertarse con arena en la puerta.
Aunque no le gusten mucho los ambientes playeros, debería probar la isla de Armona. Más que un entorno playero perfecto para todos los gustos, la isla de Armona ofrece una tranquilidad que difícilmente encontrará en otro lugar, además de una cultura y una identidad auténticas, ocupadas por amables lugareños, aves exóticas y paisajes sobrecogedores.
After studying Journalism for five years in the UK and Malta, Sara Durães moved back to Portugal to pursue her passion for writing and connecting with people. A ‘wanderluster’, Sara loves the beach, long walks, and sports.
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