El cálculo de la variación en términos reales se realiza tomando como referencia la variación del Índice de Precios al Consumo (IPC).

El año pasado, la retribución mensual bruta ordinaria -que no incluye las pagas extraordinarias de vacaciones y Navidad, por lo que es menos estacional- fue de 1.294 euros, lo que representa un incremento nominal y real del 6,4% y el 3,9%, respectivamente, frente a los incrementos comparables del 6,6% y el 2,2% del año anterior.

También en el año analizado, la remuneración base bruta mensual fue de 1.213 euros (un aumento nominal del 6,2% y un aumento real del 3,7%, que se compara con los aumentos del 6,8% y el 2,4%, respectivamente, en 2023).

En 2024, el IPC tuvo una variación positiva del 2,4% y había sido del 4,3% en 2023.