Según Athena Advisers, las principales ventajas competitivas del país, incluyen su capacidad para instalar este tipo de activos, los costes energéticos, la infraestructura de conectividad y la competitividad en términos geoestratégicos.

La demanda de centros de datos se ha disparado en Europa, impulsada por el crecimiento de la digitalización, los rápidos avances en las tecnologías de IA y su creciente uso. Acomodar esta demanda requerirá una importante inversión en infraestructuras en los próximos cinco años y, según Athena Advisers, Portugal tiene el potencial de captar una parte significativa de los 240.000 a 289.000 millones de euros de inversión en infraestructuras que McKinsey estima que serán necesarios en 2030 para que el sector de los centros de datos satisfaga la creciente demanda y aumente su capacidad de los 10 gigavatios actuales a 35 gigavatios [datos de McKinsey extraídos de un artículo publicado en octubre de 2024 bajo el título "The role of power in unlocking the European AI Revolution"].

"Existe una creciente presión sobre la demanda de centros de datos en Europa, que se espera que se triplique con creces en los próximos cinco años, lo que requiere una mayor capacidad de almacenamiento y procesamiento de datos, una mayor capacidad energética y un aumento de las instalaciones dedicadas. Acomodar este crecimiento, que se prevé extremadamente rápido, implicará realizar inversiones muy grandes", comienza David Moura-George, director general de Athena Advisers Portugal. "En mi opinión, sería crucial que el Gobierno portugués invirtiera en reforzar las redes y satisfacer estas grandes necesidades energéticas, y empresas como E-Redes y Ren pueden ayudar a acelerar la aprobación de estos proyectos", argumenta el responsable.

La consultora considera que Portugal es uno de los países europeos mejor posicionados para acomodar las necesidades de esta demanda, que se espera que aumente, y a la que una respuesta eficiente tendrá que implicar mercados que combinen fuentes de energía fiables, preocupaciones de sostenibilidad, infraestructuras robustas de acceso a la energía y transporte de datos, así como disponibilidad de suelo.

"Muchos mercados europeos maduros, como Irlanda o Alemania, son actualmente incapaces de ofrecer toda la gama de estas condiciones", señala el responsable de Athena Advisers, afirmando que "Portugal, en cambio, tiene capacidad para hacerlo. Combina un enorme potencial de crecimiento propio de un mercado aún emergente, con unos costes de instalación y energía muy competitivos en el contexto europeo y, sobre todo, una geo-localización estratégica entre los continentes europeo, americano y africano."

Athena Advisers enumera las principales ventajas competitivas de Portugal para atraer una parte relevante de esta ola de inversión en centros de datos que surgirá en Europa. En primer lugar, en lo que se refiere a la capacidad de instalación de este tipo de activos, ofreciendo una mayor disponibilidad de suelo y capacidad de reconversión de instalaciones existentes, así como costes de ocupación más competitivos en comparación con otros países europeos. Además, Portugal también ha realizado una fuerte inversión en fibra, contando con una red 5G de Norte a Sur del país, lo que permite descentralizar este tipo de instalaciones a regiones con menor densidad de población, diversificando aún más la oferta geográfica.

Coste de la energía

El coste de la energía en Portugal también es un factor competitivo, con precios para el consumo industrial de electricidad inferiores a la media europea, mientras que el país destaca en energías renovables. De hecho, el 73% del consumo de electricidad en Portugal ya se genera a partir de fuentes de energía renovables, lo que sitúa al país bien posicionado en la producción de energía verde, que es un recurso clave en la búsqueda de centros de datos.

La infraestructura de conectividad es otro factor distintivo del país. Portugal recibe actualmente, como punto de tránsito o destino final, algunos de los más importantes cables submarinos intercontinentales, destacando los puntos de Sines, Sesimbra y Carcavelos. Un ejemplo especial es este último punto, que acoge el sistema de cables 2Africa, que conecta 33 países, extendiéndose a lo largo de 45.000 km por Europa, África y Asia.

Punto crítico

La instalación de este tipo de infraestructuras en Portugal demuestra claramente, según Athena Advisers, la competitividad del país en términos geoestratégicos. Portugal está situado en un punto crítico, que le permite conectar Europa con África, América del Sur o América del Norte, una ubicación asociada a un clima relativamente suave y a un bajo riesgo de catástrofes naturales, un terreno relativamente llano y un vasto litoral, lo que facilita la instalación de este tipo de proyectos, en los que las cuestiones de refrigeración son esenciales.

David Moura-George concluye afirmando: "siguen existiendo algunos retos, a saber, la burocracia, incluso a nivel urbanístico, así como el hecho de que Portugal no sea todavía un mercado regulado en el ámbito de los centros de datos. Sin embargo, este último factor también puede funcionar desde una perspectiva más optimista, en contraste con los mercados que ya están muy regulados y donde las restricciones son cada vez mayores. En cualquier caso, lo importante es recordar que Portugal tiene capacidad para convertirse en un importante hub europeo de centros de datos y beneficiarse de este aumento de la demanda y la inversión que está llegando a Europa."