"Aunque entendemos la necesidad de garantizar el orden público, no podemos dejar de señalar el impacto económico que esta medida conlleva, especialmente para los comercios que dependen de la afluencia de público en días de gran afluencia", dijo AHRESP, en respuesta a la agencia de noticias Lusa.
ElAyuntamiento de Lisboa, a través de una orden municipal, ha determinado que cerca de 60 restaurantes, cafeterías y supermercados de las zonas de Marquês de Pombal y Parque Eduardo VII deben cerrar a las 17:00 horas del sábado, debido a las posibles celebraciones del campeón de la principal liga de fútbol.
La decisión se justifica "por razones de seguridad" y tras un requerimiento de la Policía de Seguridad Pública(PSP), en el ámbito de la posibilidad de que el título del fútbol portugués se entregue el sábado, en el clásico lisboeta entre Benfica y Sporting, que comienza a las 18h00 en el Estádio da Luz.
Normalmente, para celebrar la conquista del campeonato, los aficionados de ambos clubes se reúnen en la glorieta Marquês de Pombal y alrededores.
Según la AHRESP, el cierre anticipado de los establecimientos el sábado, a partir de las 17h, compromete "el segundo período de mayor recaudación semanal".
Tras mencionar que "no es la primera vez" que los establecimientos se ven obligados a cerrar por motivos preventivos relacionados con celebraciones deportivas, la asociación refuerza que entiende que "la seguridad ciudadana debe ser siempre prioritaria" y subraya que la medida pretende "evitar posibles situaciones de desorden público", en un contexto previsible de gran afluencia de público y euforia colectiva.
"Se trata de una situación excepcional e inevitable, determinada en base a evaluaciones de riesgo realizadas por las fuerzas de seguridad, y no existen alternativas que garanticen los mismos niveles de seguridad", explica.
A pesar de comprender la restricción horaria, AHRESP muestra su preocupación por el impacto económico que tendrá en los empresarios de restauración y bebidas, habiendo estado, "desde el primer momento", en contacto con el Ayuntamiento de Lisboa para constatar las "pérdidas" que esta decisión supone para los establecimientos afectados.
Asegurando el seguimiento de la situación, manteniendo el diálogo con el ayuntamiento y las autoridades competentes, la asociación destaca su disponibilidad para apoyar a sus asociados en la gestión de los impactos de esta medida, así como "en la búsqueda de soluciones futuras más equilibradas y justas".
Con una opinión similar, la Asociación Avenida da Liberdade afirma que la restricción horaria afecta a la actividad comercial de la región, pero reconoce que la medida "es inevitable, incluso por razones de seguridad", por lo que los empresarios tienen que aceptarla, "con sentido cívico, para evitar problemas mayores".
Esta asociación representa a unos 150 empresarios del comercio, la restauración, el turismo, la cultura y las oficinas de la zona de la Avenida da Liberdade, una de las principales arterias de la ciudad de Lisboa, que conecta la Praça do Marquês de Pombal con la Praça dos Restauradores.
En declaraciones a Lusa, el presidente de la Asociación Avenida da Liberdade, Pedro Mendes Leal, afirmó que la restricción "afecta a toda la actividad económica de la avenida, porque algunos se ven obligados a cerrar sus puertas y otros que las tienen abiertas también se ven afectados por el ajetreo anormal".
Preguntado por si habrá establecimientos que opten, por iniciativa propia, por cerrar más temprano el sábado, incluidas tiendas de lujo, el responsable dice no disponer de esa información, señalando que corresponde a cada empresario "tomar las precauciones que considere oportunas".