Desde noviembre, la región del norte de Portugal se encuentra en una situación de sequía débil, con la excepción de la región del noreste, en Trás-os-Montes, donde "hay puntos con sequía moderada", dijo Vanda Pires, del Departamento de Clima y Cambio Climático del Instituto Portugués del Mar y de la Atmósfera (IPMA).
"Este es el momento que determinará en gran medida la evolución de la sequía y el mes de enero es crítico, porque, si no hay precipitaciones, y no se esperan grandes cantidades de precipitaciones, al menos hasta el final del mes, la tendencia es que esta situación empeore", dijo.
Queda "por ver si en febrero hay alguna recuperación", entre otras cosas porque "entonces empezamos a entrar en meses del año en los que cada vez hay menos precipitaciones", subrayó.
Insistió en que "enero es un mes crucial para que esta situación no empeore, pero las perspectivas no son buenas", y añadió que la región "puede pasar a la categoría de sequía moderada", con sequía severa en la región de Braganza.