Sin embargo, al establecerse en territorio portugués, muchos de estos residentes extranjeros se encuentran con una realidad que tal vez no habían considerado previamente: la aplicación del Derecho sucesorio portugués a sus bienes.
Según el Derecho portugués, la sucesión se rige por la ley del domicilio del causante en el momento de su fallecimiento. En este contexto, "domicilio" se refiere al lugar donde la persona tenía su residencia habitual. Para la mayoría de los extranjeros con residencia legal en Portugal (permiso de residencia), esto significa que si fallecen mientras residen en Portugal, todos sus bienes se regirán por la ley portuguesa.
El Derecho sucesorio portugués se caracteriza por la protección de la familia del fallecido, en particular de los herederos legítimos, como cónyuges, descendientes y ascendientes. Este sistema de "herederos forzosos" garantiza que, como mínimo, dos tercios de la herencia deben asignarse a estos herederos, independientemente de las disposiciones testamentarias que haya dejado el difunto. En otras palabras, no es posible dejar la totalidad del patrimonio a terceros, como amigos o instituciones benéficas, sin tener en cuenta los derechos de los herederos legítimos.
Para muchos extranjeros, especialmente los que proceden de países con leyes sucesorias más flexibles o basadas en el principio de la libertad de disposición, la aplicación de la ley sucesoria portuguesa puede ser una sorpresa desagradable. Estas personas pueden tener la intención de distribuir sus bienes de forma diferente, favoreciendo a determinadas personas o instituciones, algo que no está permitido libremente en el régimen portugués. Además, surge una mayor complejidad cuando el patrimonio involucra bienes situados en varios países, lo que aumenta los desafíos en la gestión y ejecución de la sucesión.
Teniendo en cuenta este escenario, es crucial que los residentes extranjeros en Portugal adopten medidas proactivas y preventivas para garantizar que se respeten sus deseos sucesorios. Una solución viable es la elección de la ley aplicable a la sucesión. Desde la entrada en vigor del Reglamento Sucesorio Europeo, los ciudadanos de los Estados miembros de la UE, incluidos los extranjeros residentes en Portugal, tienen la opción de elegir la ley de su nacionalidad para regir su sucesión en lugar de la ley de su último domicilio.
Para que esta elección sea válida, debe expresarse claramente mediante testamento, otorgado en Portugal. Esta elección puede tener un impacto significativo, permitiendo, por ejemplo, a un ciudadano británico residente en Portugal optar por la aplicación de la ley inglesa, que se basa en el principio de libertad testamentaria, en lugar de la ley portuguesa.
Escrito por Andreia Morgado Duarte, Asociada Senior del Bufete CCA - www.cca.law