Beber un vaso grande de leche al día podría reducir el riesgo de cáncer de intestino en casi una quinta parte, según un nuevo estudio financiado por Cancer Research UK

. El estudio, publicado en la revista Nature Communications, es el mayor de su clase y examinó los efectos de 97 factores dietéticos sobre el riesgo de cáncer de intestino en más de 542.000 mujeres a lo largo de 16 años.

Los investigadores de la Universidad de Oxford descubrieron que, por término medio, aumentar la ingesta diaria de calcio en 300 mg -lo que equivale aproximadamente a un vaso grande de 240 ml de leche de vaca o a un par de yogures- reducía el riesgo de cáncer de intestino en un 17%

. "Estudios anteriores han demostrado que los productos lácteos disminuyen el riesgo de cáncer de intestino, pero aún no estaba claro si esto se debía al calcio", afirma Megan Winter, responsable de información sanitaria de Cancer Research UK.

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Una posible explicación de por qué el calcio puede reducir el riesgo de cáncer de intestino es que el calcio se une a los ácidos biliares nocivos en el intestino, evitando que causen daños en el intestino que podrían conducir al cáncer. Sin embargo, existen otras teorías y necesitamos más investigación para determinar exactamente cómo podría afectar el calcio al riesgo de cáncer de intestino"

. Entonces, ¿deberíamos aumentar nuestra ingesta diaria de leche? ¿Y qué otros beneficios ofrece el calcio?

Salud ósea

Numerosas investigaciones clínicas respaldan la relación entre el consumo de leche y la salud ósea

: "La interacción sinérgica entre el calcio, la vitamina D (en la leche enriquecida, pero es mejor obtenerla mediante suplementos o la exposición al sol en verano) y las proteínas crea un entorno óptimo para la mineralización y el mantenimiento de los huesos", afirma Rosie Carr, dietista del plan de alimentación Second Nature.

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Estos componentes actúan conjuntamente: el calcio proporciona los elementos básicos, la vitamina D mejora la absorción y las proteínas contribuyen a la formación de la matriz ósea"

. Sin embargo, no es el único factor que contribuye a nuestra salud ósea

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"Es fundamental comprender que la salud ósea implica múltiples factores, como la actividad física regular, el equilibrio hormonal y otros nutrientes además del calcio", aclara Carr.

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Crecimiento muscular

"La composición proteica de la leche de vaca representa un activo nutricional especialmente valioso, ya que contiene proteínas de suero y caseína que aportan todos los aminoácidos esenciales en proporciones beneficiosas", explica Carr. "La caseína ofrece una liberación sostenida de aminoácidos, mientras que la proteína de suero, rica en el aminoácido leucina, favorece especialmente la síntesis proteica

muscular". "La síntesis proteica es la creación de nuevas proteínas para gestionar y apoyar nuestra salud muscular y otros tejidos magros del cuerpo".

Vitaminas y minerales

La leche de vaca está repleta de vitaminas y minerales

: "Los principales nutrientes de la leche son el calcio (unos 300 mg por vaso), la vitamina D (cuando está enriquecida), la vitamina B12 y la riboflavina, el potasio, el fósforo y las proteínas de alta calidad (8 g por vaso)", dice Carr.

Reducción del riesgo de enfermedades

"La investigación ha identificado varias asociaciones potenciales entre una ingesta adecuada de lácteos y los resultados en materia de salud", añade. "El consumo regular de leche, como parte de una dieta equilibrada, puede contribuir a reducir el riesgo de osteoporosis gracias a su contenido en calcio y vitamina D.

"Los estudios también han demostrado una menor incidencia de la hipertensión, sobre todo cuando los lácteos se incorporan a un patrón dietético compuesto principalmente por alimentos integrales.

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¿Cuánta leche se recomienda?

Las directrices dietéticas actuales recomiendan 2-3 raciones diarias de productos lácteos para los adultos, 2-2,5 raciones diarias para los niños y 3-4 raciones diarias para los adolescentes, señala Carr.

¿Le sienta bien a todo el mundo?

Algunas personas tienen dificultades para digerir la leche debido a una intolerancia a la lactosa

: "Este trastorno se desarrolla debido a una menor producción de la enzima lactasa, en la que influyen factores genéticos y cambios en la producción de la enzima relacionados con la edad", explica Carr. La variación en la persistencia de la lactasa entre poblaciones refleja complejas adaptaciones evolutivas a los patrones dietéticos

". "Algunas personas también pueden experimentar sensibilidad a la proteína de la leche, que se presenta de forma diferente a la intolerancia a la lactosa y requiere modificaciones dietéticas distintas".

¿Podemos obtener los beneficios del calcio de fuentes vegetales?

"Para quienes no pueden o eligen no consumir lácteos, las fuentes vegetales que engloban calcio incluyen bebidas vegetales enriquecidas (soja, almendra, avena), verduras de hoja verde (sobre todo col rizada y espinacas), tofu con calcio y zumo de naranja enriquecido", dice Carr. "Considere la posibilidad de consumir un suplemento de calcio si tiene dificultades para consumir alimentos ricos en calcio

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