Según un comunicado enviado a Lusa, la empresa de transportes pasará a "controlar el estacionamiento de vehículos en los carriles bus y en las vías con paradas de transporte público por carretera y ferroviario [eléctrico] en la ciudad de Oporto".

"La inspección será realizada por agentes de la STCP debidamente acreditados por la Autoridad Nacional de Seguridad Vial(ANSR), que viajarán en vehículos identificados de la STCP. Los agentes tendrán la autoridad para emitir multas de tráfico a los infractores, de conformidad con las disposiciones del Código de Tráfico", dice la compañía en un comunicado.

El equipo de STCP trabajará en colaboración con la Policía Municipal de Oporto, vigilando "las zonas de la ciudad donde el estacionamiento abusivo más afecta a la circulación del transporte público, como los corredores de circulación reservados (carriles Bus) o en las proximidades de las plazas de autobús y coche eléctrico".

"Para sancionar el estacionamiento indebido, se puede desencadenar una inspección mediante una alerta dada por el conductor al Centro de Control del STCP, por un aviso del propio Centro de Control a los agentes o incluso por rondas diarias realizadas por los inspectores", explica la empresa de transportes.

Según la compañía, "el objetivo es reducir las interrupciones en el tráfico, aumentando la velocidad comercial y la regularidad del servicio, que repercuten directamente en la calidad de vida de los pasajeros."

Entre 2013 y 2023, el número de multas impuestas en los carriles Bus y en las paradas del STCP se redujo casi a la mitad, según datos de la empresa de transportes divulgados por el diario Público.

La velocidad comercial media de circulación del STCP ha ido disminuyendo en los últimos años, siendo 2005 el último año en el que la velocidad fue inferior a los 15,4 kilómetros por hora registrados en 2023, algo que también recoge el diario.

La semana pasada, la Policía Municipal de Oporto puso en marcha un sistema automático de vigilancia móvil del estacionamiento ilegal de vehículos.

El nuevo sistema consiste en cámaras instaladas en vehículos de la Policía Municipal para controlar el aparcamiento ilegal, grabando las matrículas de los vehículos infractores.