Eiji Goto, catedrático de Ingeniería del Medio Vegetal de la Universidad de Chiba, declaró que para hacer realidad la agricultura lunar necesitarían mejorar la eficiencia en torno a un 50%, y los cultivos deben cultivarse en entornos cerrados y confinados.


Con los frutos de su trabajo, un astronauta podría disfrutar algún día de una fresa recién recogida en la Luna.