Aunque los márgenes de beneficio en Portugal ya son inferiores a la media de la zona euro, lo que significa que tienen menos margen para absorber costes adicionales como el aumento de los aranceles en Estados Unidos, más de ocho de cada diez empresas nacionales descartan la posibilidad de aumentar inmediatamente los precios de bienes y servicios, "prefiriendo" sacrificar la rentabilidad del negocio, al menos a corto plazo.

Según los resultados de una encuesta flash realizada entre el 4 y el 10 de abril por laAsociación Empresarial Portuguesa(AEP) sobre el impacto económico de los aranceles impuestos por EE.UU., a la que tuvo acceso ECO, sólo el 18% de las casi 300 empresas respondieron con "ajustes de precios y costes" a la pregunta sobre las estrategias que piensan adoptar para sortear los efectos del aumento de los derechos de aduana.

"Las empresas operan en un mercado global muy competitivo. Es razonable que, al menos inicialmente, no piensen repercutirlo en el precio final de los productos. Dependiendo de cada sector, cada empresa tendrá más o menos capacidad para absorber el impacto en su margen de negocio. Pero es de esperar que, más pronto que tarde, tenga que reflejarlo en el precio final de los productos, ya que, de lo contrario, puede poner en riesgo su viabilidad económica y financiera", comenta Luís Miguel Ribeiro.

Sin plan

Por otro lado, más de un tercio (36%) de las empresas admite no tener una estrategia en marcha o acciones inmediatas planificadas para responder, ahora mismo, a los impactos de la guerra comercial. Algo que para el presidente de AEP es "natural", dado que "no estaban preparadas" para este escenario, ya que "confiaban en la estabilidad en la aplicación de aranceles que ha proporcionado la globalización en las últimas décadas".

"Dado el clima de incertidumbre, algunos retrasarán la toma de decisiones estratégicas, por el impacto que pueda tener en su actividad", añade.

La diversificación y/o reorientación de los mercados de venta es la estrategia "preferida" por los empresarios encuestados, aunque el dirigente de la asociación norteña subraya que "no es algo que las empresas puedan aplicar de la noche a la mañana".

En esta encuesta, cuyas conclusiones también están ya en el despacho del ministro de Economía, Pedro Reis, participaron 296 empresas, de las cuales el 71% son exportadoras y el 50% pertenecen al sector industrial. En la caracterización de la muestra, el 42% son micro y pequeñas empresas; el 46%, medianas y el 12% restante, grandes.