A pesar de su relativa estabilidad, los mercados de la vivienda "siguen siendo vulnerables a las fluctuaciones económicas que pueden afectar a los precios de la vivienda", como las recesiones, las variaciones de los tipos de interés y los cambios en el empleo.

Así lo advierte Bruselas en un detallado análisis sobre Portugal, dentro del Paquete de Otoño. En el documento, la Comisión Europea destaca la "notable resistencia" del sector inmobiliario en el país, pero considera que el segmento residencial "sigue mereciendo una estrecha vigilancia", dada la "todavía insuficiente" oferta.

En el informe de vigilancia sobre la situación económica del país y, más concretamente, sobre el mercado inmobiliario, Bruselas indica que el número de alojamientos terminados en Portugal creció un 12,3% en el segundo trimestre de 2024, tras una caída del 5,7% en el trimestre anterior, y que los permisos de construcción aumentaron un 6,6%, después de una "fuerte caída del 19,4%" en comparación con el trimestre anterior. Sin embargo, a pesar del aumento registrado en la construcción residencial, la Comisión subraya que "la oferta de viviendas sigue siendo insuficiente para satisfacer la demanda".

Es "improbable" una caída brusca

Bruselas señala que durante los últimos siete años "los precios de la vivienda casi se han duplicado", lo que refleja una demanda sostenida y una oferta limitada, pero considera que una caída brusca "sigue siendo poco probable".

En el primer semestre de 2024, sólo alrededor del 35% de las transacciones de vivienda se financiaron a través de crédito, lo que, en opinión de Bruselas, pone de relieve "el papel sustancial desempeñado por los compradores en efectivo y los inversores no residentes", algo que "ayudó a proteger el mercado de las fluctuaciones en los costes de endeudamiento."

Además, en el informe señala que la limitada oferta de viviendas, combinada con el aumento de los costes de construcción y la escasez de oferta de mano de obra, "reduce la probabilidad de una corrección significativa de los precios a corto plazo."

La Comisión Europea considera que "el mercado inmobiliario de Portugal ha demostrado una notable resistencia en los últimos años". Uno de los principales factores que apoyan esta estabilidad son los "ratios LTV relativamente bajos en todas las carteras hipotecarias, con sólo un 6% de los préstamos que superan un ratio LTV del 80%."

"Esto sugiere que los bancos están bien posicionados para absorber potenciales caídas de los precios inmobiliarios, sin incurrir en pérdidas significativas".

A pesar de ello, señala que el mercado inmobiliario residencial del país "sigue mereciendo una atenta supervisión". Bruselas recuerda que el aumento de los precios de la vivienda en los últimos años "se apoyó en la fuerte presencia de propietarios y compradores no residentes en el mercado, así como en los cuellos de botella de la oferta", pero que, aun así, estos incrementos de precios "no fueron acompañados por un crecimiento proporcional de la renta familiar", un escenario que agravó "los problemas de asequibilidad y aumentó la incertidumbre sobre la evolución de los precios a largo plazo".