Uno de los conceptos básicos que se están estudiando es la liberación de partículas de dióxido de azufre en la atmósfera a gran altura, que reflejarían los rayos solares, lo que, según las investigaciones, podría provocar un efecto refrigerante.


Sin embargo, los informes suelen aconsejar que la altura más efectiva para la pulverización de partículas es de 12,5 millas sobre la Tierra, muy por encima de lo que la mayoría de los aviones existentes pueden volar con seguridad.