La otra parte (aproximadamente una cuarta parte del salario pagado por el empresario) se retiene en impuestos y cotizaciones sociales.
En la edición de este año del informe "Taxing wages", la OCDE destaca que el impacto de los impuestos y las cotizaciones sociales en los ingresos que los trabajadores realmente se llevan a casa varía considerablemente entre los distintos países.
Por ejemplo, en Bélgica, menos del 61% del salario bruto llega al bolsillo de los trabajadores, mientras que en Colombia, el 100% del salario bruto se transfiere a los empleados.
En Portugal, los trabajadores se llevan a casa, de media, el 75% de su salario bruto a final de mes. La otra parte va a parar a las arcas del Estado: el 14% a través del Impuesto sobre la Renta y el 11% mediante cotizaciones pagadas por el propio empleado.
Portugal se encuentra, por tanto, entre los siete países de la OCDE en los que la parte que el IRS se lleva de los ingresos brutos y la parte que va a la Seguridad Social son similares (hay una diferencia de menos de tres puntos porcentuales), junto con la República Checa, Grecia, Corea del Sur, Lituania, Eslovaquia y Turquía.
Por encima de la media
En Portugal, estas cargas son aún más pesadas que la media de la OCDE (34,9%). Aun así, en 2024 eran más ligeras que en el año anterior (reducción de 1,75 puntos porcentuales derivada de la reducción del Impuesto sobre la Renta). Además, entre los distintos países, hay situaciones en las que los descuentos absorben incluso más de los costes laborales que en Portugal, concretamente en Bélgica (52,6%) y Alemania (47,9%).
Todos los datos mencionados se refieren al trabajador medio, que no tiene a su cargo personas dependientes. Las asociaciones empresariales han alertado sobre el peso de los impuestos y las cotizaciones sociales en sus costes. El actual Gobierno había anunciado un estudio "destinado a revisar" el tipo de actualización de la Seguridad Social, pero, con el fin anticipado de la legislatura, quedó en suspenso. Portugal está, en cambio, en línea con la OCDE. El impacto medio de los impuestos y cotizaciones sociales sobre la renta bruta es también del 25% en el conjunto de la organización, como en Portugal. Sin embargo, en el conjunto de la OCDE, la Seguridad Social tiene una parte menor (9,6% frente al 11% en Portugal) en la cartera.