Al igual que cuidamos otros aspectos de nuestra salud, podemos tomar medidas para mantener la salud cerebral y reducir el riesgo de demencia a medida que envejecemos.
Hemos hablado con el profesor Jonathan Schott, catedrático de neurología de la UCL y director médico de Alzheimer's Research UK, que nos ha explicado seis formas sencillas de estimular el cerebro este verano.
1. 1. Aprende algo nuevo (que te guste)
"Mantén el cerebro activo haciendo cosas que te gusten", recomienda Schott. "Ya he dicho alguna vez: 'Si odias el Sudoku, no hagas Sudoku', porque no te vas a quedar con él".
Se trata más bien de encontrar lo que te mantiene enganchado y estimulado, subraya.
"Para algunos es leer un libro, para otros jugar al ajedrez o aprender algo nuevo, como el ganchillo", dice Schott.
Aprender una nueva habilidad, o mejorar en una ya existente, ayuda a mantener el cerebro flexible, explica el profesor de neurología.
"Lo que pensamos es que, cuando se aprenden nuevas destrezas, esas áreas [del cerebro] se conectan mejor entre sí y las conexiones se hacen más fuertes; por eso, cuando se repite una destreza una y otra vez, ese movimiento se hace más automático", dice Schott. "Y creemos que probablemente eso hace que el cerebro sea un poco más resistente".
2. Hacer algo activo todos los días
"Creo que hacer ejercicio es lo mejor que podemos hacer", dice Schott. "En Alzheimer's Research UK hablamos de que lo que es bueno para el corazón es bueno para el cerebro, porque muchos de los factores de riesgo para el corazón también lo son para las enfermedades cerebrales.
"El ejercicio puede reducir la presión arterial, el colesterol, el peso y la sensación de bienestar.
"Lo ideal es hacer un poco de ejercicio todos los días y hacer algo que eleve considerablemente el ritmo cardíaco durante al menos 20 minutos tres o cuatro veces por semana".
También hay cada vez más pruebas que sugieren que el ejercicio puede amortiguar algunos de los efectos de las causas de la demencia en el cerebro.
"Los mecanismos no están del todo claros, pero es probable que las sustancias químicas que se liberan de los músculos lleguen al cerebro y puedan realmente alterar esto", añade.
3. Salir a pasear con regularidad
"Lo más interesante es que no hace falta que sea un ejercicio muy intenso", dice Schott. No estamos hablando de correr maratones, sino de caminar todos los días o subir las escaleras en lugar de coger el ascensor".
"Algunas de las investigaciones que hemos realizado sugieren que lo más beneficioso es realizar una cantidad relativamente pequeña pero sostenida de actividad a lo largo de la vida".
4. Mantente conectado
Varios estudios también sugieren que el aislamiento social puede aumentar el riesgo de demencia, por lo que mantenerse conectado con los demás es una forma poderosa de apoyar su salud cerebral.
"Haz cosas que realmente disfrutes haciendo tú mismo, pero también con otras personas", recomienda Schott. "Estar conectado te ayuda a mantenerte en contacto con la gente, obtienes información sobre las personas y también puedes comparar cómo es tu rendimiento cerebral con el de otras personas".
"Cuando alguien me dice: estoy un poco preocupado por mi memoria, mi pensamiento inmediato es decirle ¿cómo es tu memoria comparada con la de esas personas con las que sales?".
5. Mírate la tensión
"Vigilar la tensión arterial es muy importante", dice Schott. "Nosotros y otros hemos descubierto que es la presión arterial a los 30 y 40 años la que realmente puede tener más impacto en la salud de tu cerebro".
El profesor explica que vigilar la tensión arterial es importante porque la demencia suele deberse a dos causas principales: las enfermedades neurodegenerativas y las cerebrovasculares, y estas últimas implican daños en los vasos sanguíneos del cerebro.
"Al reducir la presión arterial, creemos que probablemente estamos ejerciendo menos presión sobre los vasos sanguíneos del cerebro, lo que los hace más robustos y menos propensos a obstruirse o a reventar", explica.