Según el Jornal de Negócios, el cambio supone incluir no sólo el diseño y la construcción, sino también la responsabilidad de la gestión y explotación de la línea.

Esto se debe a que, en opinión del Gobierno, podría atraer al proyecto a otro tipo de candidatos, como Brisa o el grupo Vinci, que perdieron interés en la línea entre Lisboa y Oporto porque el modelo de concurso estaba orientado a la financiación y la construcción y no a la explotación. En este caso, Infraestruturas de Portugal(IP) definió que el proyecto se llevaría a cabo a través de tres contratos de concesión para el diseño, construcción, mantenimiento y financiación - Porto-Oiã, Oiã-Soure y Soure-Carregado -, excluyendo la explotación.

En mayo del año pasado, el Ejecutivo encargó a IP que adelantara todos los estudios necesarios para garantizar la finalización de la conexión entre Lisboa y Madrid en 2034, con el objetivo de alcanzar un tiempo de viaje de tres horas entre ambas capitales.

Los estudios están actualmente en curso, y la primera fase de este proyecto, la conexión entre Évora y Elvas, ya está en construcción y debería estar terminada este año.