Este estudio, el primero de este tipo, analizó los datos de salud de más de 100.000 personas a lo largo de 30 días, examinando no sólo cómo afectan los patrones dietéticos a la esperanza de vida, sino también lo bien que envejece la gente.


Además, los investigadores determinaron que una dieta que hiciera hincapié a largo plazo en las verduras, las frutas, las grasas saludables y algunos productos animales como el pescado y los lácteos era la que más podía influir en el envejecimiento y la buena salud.